La posibilidad de acceder a la propiedad de una vivienda se ha convertido en un sueño inalcanzable para toda una generación. Las cifras son contundentes: solo el 5% de los jóvenes -18 a 34 años- consigue comprar vivienda en 2024, un punto porcentual menos que hace un año y suben del 13% al 14% quienes han buscado comprar, pero sin éxito, según datos de Fotocasa. A pesar de sus esfuerzos para convertirse en propietarios, los precios disparados de la vivienda los bajos salarios que les impiden ahorrar y hacer frente a las cuotas y las duras condiciones bancarias pesan más.
Tampoco el panorama es mucho más positivo en el caso del alquiler: solo el 11% logra convertirse en un inquilino efectivo, frente al 13% de 2023. Por su parte, los que han tratado de alquilar, pero aún no lo han logrado permanecen en el 9%.
No obstante, el alquiler sigue siendo el mercado preferente para este grupo de población, ya que el 51% de los jóvenes busca exclusivamente un piso para arrendar. Este es un dato dos puntos porcentuales menor que el de 2023, pero todavía por encima del 49% de 2022. Por el contrario, se incrementa el pocentaje de jóvenes demandantes que únicamente han buscado vivienda en el mercado de la propiedad, pasando del 34% de febrero al 37% justo un año después.
'Los jóvenes se encuentran en una paradoja: si el alquiler ha sido tradicionalmente la puerta de entrada al mercado inmobiliario, los elevadores precios los están empujando hacia la propiedad, aunque esto implique retrasar aún más su emancipación o los planes de vida en pareja. Al final, sus expectativas de futuro se ven distorsionadas por la imposibilidad de encontrar una solución viable en el corto plazo', advierte María Matos, directora de esrudios y portavoz de Fotocasa.
Los jóvenes quieren comprar una vivienda porque consideran que es una forma de invertir a largo plazo (42%), creen que es un seguro para el futuro (38%) y que alquiler es 'tirar' el dinero (38%). Pese a su convencimiento, solo el 55% de los jóvenes prevé comprar a corto plazo (5 años), frente al 61% registrado en 2023 y al 59% de 2022. Para Matos este dato es una señal de alarma. 'Sin una intervención adecuada de políticas que aborden de manera eficaz las barreras económicas y laborales, corremos el riesgo de seguir perjudicando el futuro de este colectivo', advierte.
También ha descendido el porcentaje de jóvenes que ya son propietarios o copropietarios de una vivienda: 27% en 2024 frente al 35% en 2023. Ante una mercado inmobiliario y unos salarios que no permiten comprar vivienda, mucho jóvenes se ven obligados a alquilar. De hecho, el 45% de los jóvenes que alquilan lo hacen porque su situación económica les impide comprar una vivienda, cuatro puntos porcentuales más que en 2023, pero por debajo del 52% de 2022. Los hay que ni logran alquilar ni comprar. En concreto, el 24% de los menores de 35 años ha realizado alguna acción de demanda sin que hayan conseguido cerrar la operación. A este respecto, los precios elevados constituyen la principal barrera a la hora de comprar o alquilar una vivienda para el 58% de los jóvenes que lo han intentado.
Fuente periodística: LA RAZÓN