El indicador hipotecario cerró junio en el 2,081%, sin cambios respecto a mayo.
Los préstamos para comprar casa seguirán bajando hasta final de año.
El asalto del Euribor al 2% tendrá que esperar. El octavo recorte de tipos en un año por parte del BCE no ha sido suficiente para llevar este mes al indicador hipotecario por debajo de esa cota, en torno a la cual estuvo merodeando varias sesiones, sobre todo en la primera semana de junio.
Finalmente, la escalada de la crisis en Oriente Medio entre Israel e Irán terminó por decantar la balanza: el breve repunte del precio del petróleo, unido al aumento de la incertidumbre geopolítica, cerraron la puerta a una bajada de tipos en julio. Eso se trasladó al Euribor, que terminó en una media del 2,081%, el mismo valor de mayo. El dato rompe una racha de cuatro meses a la baja, pero dado que las revisiones de las cuotas se hacen comparando la tasa actual con la de hace 12 meses, los hipotecados a tipo variable seguirán viendo cómo baja con fuerza lo que abonan por su préstamo.
La continuidad de esas rebajas en las cuotas está casi garantizada hasta el otoño, porque el Euribor se mantuvo por encima del 3% hasta septiembre de 2024. Y probablemente se prolongarán hasta el final del año, aunque con menor intensidad, pues el BCE ya ha acometido el grueso de sus rebajas del precio del dinero, y de aquí hasta diciembre la previsión es que solo haya una más, seguramente en septiembre, o dos como máximo. Eso puede propiciar que la tendencia del Euribor entre en una nueva fase, más estable y lateral, tras un largo camino cuesta abajo que solo se ha visto interrumpido por una subida en los últimos 15 meses: la de enero.
FUENTE: CINCO DÍAS