
El parón de los tipos de interés por parte del BCE frena el abaratamiento de las cuotas.
Casi dos años después, el Euribor vuelve a traer malas noticias a los hipotecados a tipo variable. El golpe en la cuota será mínimo, unos cuatro euros al mes para una hipoteca media, y solo para los clientes con revisión semestral, que son minoría, pero el encarecimiento de los pagos, algo que no sufrían desde noviembre de 2023, es indicativo de que llega a su fin el ciclo de fuertes rebajas del que se han beneficiado millones de personas.
Pasando a los números, el Euribor cerró octubre en el 2,187%, un ligero incremento frente al 2,172% de septiembre, pero que supera el 2,143% de abril, el mes que importa para quienes revisan semestralmente. El Euribor encadena tres meses consecutivos de subidas, que si bien no han sido dramáticas ni verticales, sí han sido suficientes para aplacar la euforia que desató su descenso desde su pico en octubre de 2023, cuando estaba en el 4,16%.
Desde entonces, las expectativas de rebajas de los tipos de interés por parte del BCE primero, y su materialización después, fueron adelgazando el indicador, y devolviendo al bolsillo de los hipotecados lo que antes les quitaba. Ahora, con la inflación bajo control, el BCE ha plegado velas. Christine Lagarde ha dejado sin cambios los tipos de interés durante tres reuniones consecutivas, y no hay visos de que vuelva a recortarlos a corto plazo, lo cual ha estabilizado el Euribor en un rango de entre el 2% y el 2,2% desde abril. Pese a ello, el fin de los abaratamientos de cuotas para quienes vean revisada su hipoteca cada 12 meses todavía se retrasará como mínimo hasta el año próximo.
FUENTE: EL PAÍS